sábado, 13 de septiembre de 2008

HÉROES AMERICANOS CONTRA BARBUDOS ENCAPUCHADOS


HÉROES AMERICANOS CONTRA BARBUDOS ENCAPUCHADOS
¿Jugamos a masacrar musulmanes?
Un juego para 'eliminar la raza musulmana' alimenta la polémica sobre los límites
Su creador, apodado 'Sigvatr' en la Red, lo define como 'divertido' y patriótico

El 'héroe americano', en una pantalla del juego 'Masacre Musulmana'. (Foto: kotaku.com)
Actualizado sábado 13/09/2008 16:21 (CET)

MÓNICA G. PRIETO


BEIRUT.- Su arcaica apariencia cumple con todos los tópicos. El protagonista, es decir, el jugador que descarga el programa en cuestión de Internet de forma gratuita, asume el papel de un 'héroe' rubio inequívocamente occidental, fornido, ataviado con una moderna camiseta que le marca los pectorales y con una cinta roja a lo Rambo en la frente.




Sus enemigos a abatir son oscuros de piel, barbudos, gorditos y lucen capucha cuando no cinturón de explosivos: para muchos, el prototipo del combatiente islamista.


Se trata de 'Masacre Musulmana', un divertimento de dudoso gusto disponible en la Red que invita a los usuarios a "tomar control del héroe americano para eliminar la raza musulmana con un arsenal con las armas más destructivas del mundo".


El programa incorpora incluso una reproducción de la voz de George W. Bush, que invita al agerrido jugador a "comenzar" con su misión, descrita como "asegurarse de que ningún musulmán o musulmana queda vivo".
'Si fuera al contrario...'


El escándalo que ha suscitado 'Masacre Musulmana', que en su página web se autodenominaba sin reparos como "el juego del moderno genocidio religioso", ha generado quejas de varias asociaciones religiosas, entre ellas el Consejo de Musulmanes británicos, cuyo portavoz Inayat Bunglawala afirmó a France-Presse que "los creadores de este juego y los provedores de servicios de internet que lo albergan deberían avergonzarse de sí mismos". "Los prejuicios contra los musulmanes ya están aumentado y hay que desafiarlos, no reforzarlos con elementos tan ofensivos y faltos de gusto como éste", añadió.


También la Fundación Ramadhan, una organización de jóvenes musulmanes británicos, expresó su "profunda condena y desagrado" hacia un juego que "glorifica el asesinato de musulmanes en Oriente Próximo".


"Animar a los niños y jóvenes en un juego a matar musulmanes es inaceptable, de mal gusto y profundamente ofensivo", explicó el responsable del organismo, Mohamed Shafiq, matizando que "si fuera al contrario, un juego que caracterizase a musulmanes matando israelíes o americanos, se habría producido una conmoción muy justificada".
'Demonizar a los musulmanes'


En el juego, el 'rambo' protagonista es lanzado en paracaídas a Oriente Próximo con un arsenal que incluye armas automáticas y lanzagranadas. Los diferentes niveles le invitan progresivamente a matar musulmanes, al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, al profeta Mahoma y, en la culminación del 'juego', al propio Alá.


Su autor, un habitual de la página web SomethingAwful.com (Algo Horrible, en español) conocido como Eric 'Sigvatr' Vaughn, lo considera "divertido" y patriótico y advierte a los usuarios que "no se lamenten por lo duro que es" en el citado foro, donde hace una reseña del programa.


Aunque 'Sigvatr' parece ser de nacionalidad australiana, la Fundación Ramadhan ha pedido al Gobierno Británico que investigue el juego y actúe para eliminarlo de Internet. "No es una sátira, sino un intento deliberado de demonizar a los musulmanes", lamentan sus responsables.


También la prensa inglesa ha alentado el debate sobre si es necesario prohibir contenidos en Internet cuando éstos fomentan la violencia y están abiertos al acceso de niños. En un artículo publicado en 'The Guardian' y titulado "¿Debe ser prohibido el juego 'Masacre Musulmana'?", el rotativo se interrogaba sobre si éste es el tipo de elementos que justifican una mayor regulación de los contenidos de Internet o si bien es una parodia de mal gusto pero benigna.


Por el momento, y aunque no se ha confirmado por qué motivo, ya es imposible acceder a la página web del juego en cuestión.